CARLOS ALBERTO VALLE SÁNCHEZ
 
Un Canto a la Vida y al Amor
 
     
 
 
 
 
 
 

 
 
REFLEJOS
VIVENCIAS
 

A Los Arrieros

A Los Cabalgantes

A Los Hijos

A Tu Piel

Al Valle Del Río Penderisco

A Tus Ojos II

Acrostico a la Madre

Amores Del Nare

Bajo el Cielo

Besos

Cuando Era Niño

Déjà Vu

Dame Tus Manos

Disque, Pa Un Paisa: !Todo Es Arepa! (Retahila)

El Saludo De Un Paisa (Retahila)

Esplendor Terrenal

Esposa Y Madre

Gritos de Ciudad

Guatape

Ilusión Azul

La Biografía De Un Paisa (Retahila)

Lagrimas

Madre

No, No se decir Adios

Noche de Lujuria y Placer

Palabra Comunera

Silencio

Súplica, Al Ángel Del Amor

Te Extraño

Un Favor de Amor


AMORES DEL NARE

En raudo vuelo desciende el Nare
Al dejar la mansa calma
En los valles de Alejandría,
Y en pompas de emoción
te precipitas raudo a inmolarse
e iniciar presuroso
ignoto cortejo nupcial.

Es el salto de la Sabina
hirsuto altar de amores
vario cincelaje aflujo
de pompa y grandeza;
es tu cimiente mármol
acrisolado refulgente
de egregia belleza sin par.

Con torrentes de nácar
Preparas en pasillo
Sendero letal
Esgrimes en roca
Enarbolando el paisaje
En orillas con verde floral
Y piedras en plata de cristal.

Extraña ronda, furia de ángel en celo;
blandes en gemidos de cierzo musical
Inusual efugio a tus aguas níveas,
Vivificando tus ansias de amar,
Olvida el arrojo soslayando al amor,
Vuelves trémulo a aguas afables
Cual corcel domado por Cupido.

En busca del pacto con su amada
mesuras la prisa en sendas de paz;
y en oasis de aguas apacibles,
enarbola encabritada la sabaleta;
lejos del galanteo a la altiva sabina,
lejos del compromiso matrimonial,
lejos de la furia del deseo carnal.

Y con furia de ángel en celo
Os precipitas ¡corcel indómito!
en sinuoso alcorce suntual;
advienes a consumar el verbo
apresurando el tender el velo;
y entre cánticos alejandrinos
culmina el connubio celestial. Entre gemidos, deleite vesánicos
Ultrajas la angelical novia virginal
a espaldas de un exaltado Espectador,
Quien ante tanto esplendor, calla.
Y en su interior grita de emoción.
Solo permitís el disfrute al vidente
Del majestuoso velo de la novia.

Mientras brisas de mar nublan
En celaje de matices mágicos
manando al copular tu amor;
y en arisco vaivén de afición
entretejes la ardiente marejada
ultimando concebida luna de miel,
urdiendo sabina la Vesta del hogar.

Solo y triste te has quedado
Y presto reanudas el viaje,
deseoso en tiempo. Ir al mar;
quedaron atrás la inmolada sabina;
mas ínterin llegas a purgar penas
del ultraje momentos atrás, y…
entre congojas llegas al purgatorio.

Puente real de antaño,
forjado entre espacios mezquinos,
y turbios desengaños,
altares platónicos
Dejados en valles de escol
Entre marejadas de amor...