Luceros de nácar que iluminan
Mi existir, en éxtasis de pasión,
Verdes como mi amada naturaleza,
Refulgentes cristales diamantinos,
luceros de amor, quásar de emoción.
Son tus ojos reflejos de ternura
Donde la tibieza de tu piel
Se funde acrisolando
Mis sentidos en punzones
De diáfanas tentaciones.
Regresiones a lugares cósmicos
Emana mi cuerpo extasiado
Ante la magnificencia de tu mirar
Un nuevo big bang desorbita
Mis sentidos explotando mi corazón.
Y pausa el existir implotando
Mi mente a lo más ínfimo
Del mi acelerado existir
Encegueciendo sentidos,
Y perturbando mí vivir
No quiero dejar de impregnarme
Un solo instante del verdor
Que mana destellos implacables
De lujuria y belleza sin par,
Quiero embriagarme en ese mar.
Quiero navegar siempre en tus mares
Apacibles aguas de dulces encantos
Que lleves mi barca a universos
De pasión adrenalina sin límites
En magnificencia e inmensidad.
Bella niña de dulces encantos
Nunca dejes de mirarme,
Nunca me niegues la dicha
De navegar en tu mirar
Y extasiar en tus riquezas mi pensar