Buscando en las soledades del tiempo
El corazón evoca un recuerdo,
Miro en cada rincón de la existencia
La flacidez del fantasma que me sigue
Y a gritos pide en el silencio fatídico
De la noche, amoroso tú presencia.
Ven corazón acompaña el existir
Ven late junto a mí y ayúdame a vivir
No quiero darte jamás un ADIOS
No quiero darte una despedida,
Deja mi mente volar a tu encuentro,
Aun en la soledad de la noche.
Deja que mi espíritu se pose sobre ti
Que aun desde la distancia
En la mortaja de mis sueños
Un alma que vibra por tu calor
Seguirá implorando insistente
Desde otro cuerpo, desde otros brazos
Besos, caricias y desdenes
Enlutan la tristeza de tu adiós,
Más… no importa
Por más que tus labios nieguen
No borraras de ellos las huellas
Impregnadas de mi amor.