Me pides que calle, mas yo callo;
Al fin, vivo atado a tu nombre
Desde la soledad de mi silencio.
Hoy, es tu voz ese grito lastimero
Que hiere un corazón en llamas, dolido
Desde la obscuridad de mis deseos.
Como plasmar la agonía de un amor
Como seguir con esta pena que asesina
Sabiendo que no estarás mas a mi lado
Como contemplarte desde un rincón ajeno.
Soy barco perdido en la inmensidad
De un océano, planeta sin tierra firme,
Sin donde asir la irrealidad de sueños
Sin despertares de interminables noches,
Sueños…, efímeras agonías de ausencias.
Añoro esas noches de fugaces entregas
Aun así, fuesen fruto cifrado de la locura
Y en el desasosiego de la eterna soledad
En que sucumbió este amor vano y fútil.
Me has dejado cual orate en prisión
Quijote perdido en mundos desolados
Donde miles dulcineas claman mi nombre
En dolorosos cantos de abrazador fuego.
Me dejas en el olvido sumido en un mundo
Que se calcina en la dureza de tu mal amor
No, no implorare más ni jamás tu nombre,
Tu amor estará en el olvido de tu indolencia.
Tu amor quedara grabado por siempre
En letras que se pierdan lento… lento…
En el devenir de la crueldad del tiempo.